SUNTRACS y su Escaso Conocimiento de la Realidad; Enfrentamientos en la Avenida Balboa: Trabajadores Podrían Enfrentar Múltiples Cargos, entre ellos Tentativa de Homicidio; Panamá y Costa Rica Acuerdan Medidas para Migrantes; Aeropuerto de Tocumen Inicia 2025 con Fuerte Crecimiento en Pasajeros, Operaciones y Carga.

Viernes, 14 de Febrero de 2025. Suntracs, Protestas y la Frustración del Pueblo (Otra Vez): Una Batalla Entre Derechos y Realidades Una vez más, Panamá se sumió en el ya demasiado familiar caos de las protestas la semana pasada, con otro episodio de bloqueos callejeros orquestados por SUNTRACS, el poderoso sindicato de trabajadores de la construcción, conocido por sus agresivas tácticas de protesta. A las 7:00 AM en punto—en plena hora pico—los manifestantes tomaron las calles, paralizando efectivamente la capital. Los trabajadores quedaron varados, las empresas retrasaron sus operaciones y la ya frágil movilidad urbana se detuvo por completo. ¿La razón? SUNTRACS afirma estar luchando por el pueblo, alzando su voz contra las polémicas reformas al Seguro Social que han encendido el debate nacional. Claro, pueden tener un punto, pero a este ritmo, están logrando algo diferente: unir al pueblo… en su contra. Los panameños están, sin duda, frustrados con la crisis del Seguro Social. La incertidumbre sobre sus futuras pensiones y servicios de salud ha generado preocupación en todos los sectores de la sociedad. Las reformas propuestas por el gobierno son vistas con escepticismo, ya que muchos temen que serán ellos quienes paguen las consecuencias de décadas de mala gestión. El descontento público es palpable, y las protestas contra estas políticas son comprensibles—quizás incluso necesarias. Sin embargo, los mismos ciudadanos que protestan contra las reformas también necesitan llegar a sus trabajos, llevar a sus hijos a la escuela o acceder a atención médica de emergencia. Hoy, muchos se encontraron atrapados en un infierno de tráfico, sin poder cumplir con sus responsabilidades diarias. La frustración era evidente. Los bocinazos se convirtieron en una sinfonía improvisada, las redes sociales explotaron con memes y quejas, y muchos se preguntaron si SUNTRACS realmente defiende al pueblo o simplemente lo mantiene como rehén en un purgatorio vial. La situación escaló aún más cuando la policía antimotines fue desplegada para reabrir las principales vías. En algunas zonas, los manifestantes se dispersaron voluntariamente, pero en otras, los enfrentamientos se tornaron violentos. La policía recurrió al gas lacrimógeno, mientras que los manifestantes respondieron con piedras. La semana se convirtió en el ya habitual espectáculo de bocinas, nubes de gas lacrimógeno y ciudadanos perplejos preguntándose si algún día llegarán a tiempo al trabajo, con reportes de heridos en ambos bandos. Esto plantea una pregunta importante: ¿Cuándo el derecho a protestar comienza a vulnerar los derechos de los demás? Las huelgas y manifestaciones son expresiones fundamentales de la democracia, pero cuando generan caos y violencia generalizada, corren el riesgo de perder el apoyo público. SUNTRACS puede estar resistiendo las políticas del gobierno, pero también está empujando a los trabajadores panameños—muchos de los cuales viven al día—a una mayor frustración y dificultades. La ironía es evidente. La gente quiere soluciones al problema del Seguro Social, pero también necesita llegar a trabajar. Mientras el gobierno debe arreglar este desastre antes de que todos nos jubilemos atrapados en un embotellamiento, SUNTRACS debería considerar formas de protesta que no hagan que el trabajador promedio fantasee con irse a vivir como un ermitaño en la selva. La lucha por el pueblo no debería hacerse a costa del pueblo. Mientras Panamá enfrenta estos desafíos, una cosa queda clara: una solución sostenible requiere diálogo, no fuerza—ya sea del gobierno, los sindicatos o las calles. TOP NEWS and TIDBITS: Enfrentamientos en Avenida Balboa: Trabajadores Podrían Enfrentar Varios Delitos, entre ellos Tentativa de Homicidio Tras una jornada maratónica de enfrentamientos en la Avenida Balboa, entre la Policía Nacional y obreros de la construcción, aproximadamente han quedado detenidas 514 personas y se ha contabilizado la afectación de 17 agentes. Así lo confirmó Jorge Domínguez, subdirector de la Policía, en entrevista con Noticias AM., al tiempo que dijo que se han identificado a más de 70 personas que serán investigadas por el presunto delito de tentativa de homicidio, del cúmulo de 514 detenidos. De acuerdo con Domínguez, todos los detenidos estaban dentro de las edificaciones del nuevo Hospital del Niño, punto utilizado como bastión por los manifestantes para obstaculizar el libre tránsito en la zona. La Policía Nacional y el Ministerio de Seguridad no están violando ningún tipo de derecho”,— Jorge Domínguez – Subcomisionado de la Policía Nacional Aclaró que este jueves los capturados que no han sido individualizados bajo algún delito serán puestos a órdenes de un juez de paz. Sobre los policías que resultaron heridos, el subcomisionado indicó que de los 17, tres se mantienen en cuidados intensivos. En cuanto a los obreros afectados, están siendo atendidos por personal médico de la Policía Nacional. El subdirector de la Policía también aclaró que los manifestantes nunca realizaron un volanteo como se había afirmado en principio y lo que hicieron fue afectar la cuatro vías de la Avenida Balboa, El subcomisionado recordó que, según el artículo 38 de la Constitución, una manifestación no requiere ningún permiso, siempre y cuando no se afecte a terceros. Sin embargo, si se interfiere con otras personas, la misma Carte Magna establece que la institución puede utilizar los medios necesarios para restablecer el orden público, como se hizo de inmediato, retirándolos de la vía. En ese momento, relató Domínguez, comenzaron a utilizar la edificación como una trinchera y a arrojar objetos hacia la calle, a pesar de que ya se había reabierto el tránsito para la ciudadanía, afectando así a terceros. Mencionó el uso de materiales pesados, como bloques de concreto y varillas de hierro, que se convirtieron en armas potencialmente letales, lo que podría derivar en cargos de tentativa de homicidio. Daños a la propiedad y heridos En cuanto a los daños a la propiedad pública y privada, destacó que los manifestantes causaron destrozos en la construcción de la Cinta Costera y vandalizaron instalaciones, además de realizar un intento de incendio dentro del edificio. A pesar de ello, subrayó que todos los detenidos estaban dentro de los edificios ocupados durante los disturbios. Uso de fuerzas no letales y defensa del Estado de derecho El comisionado defendió el uso de medios no letales, como gases lacrimógenos, para dispersar a los manifestantes y restaurar el orden, asegurando